Rafael Contreras, CEO Carbures

Blog sobre gestión empresarial


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Fases de creación de una empresa de base tecnológica I

Son tres los requisitos básicos necesarios para la puesta en marcha de una empresa de base tecnológica. La obligatoriedad de estos tres elementos  puede parecer de una lógica absurda, pero la realidad es que todavía nos encontramos con “emprendedores” que no lo tienen claro.

  1. La primera de ellas es la tecnología, hace falta una tecnología, definir en que campo tecnológico se está.
  2. La segunda es una idea.
  3. Y la tercera es un plan de negocio.

Hemos excluido de los elementos necesarios el requisito crítico sin el cual nada de lo expuesto tiene sentido y ese elemento crítico es la figura del emprendedor. El emprendedor es el factor clave que debe existir aunque no exista ninguno de los elementos anteriores. Es más, la figura del emprendedor es la que va a marcar el éxito o no del proyecto así como la diferencia en el desarrollo entre una compañía y otra.

"El emprendedor es el factor clave"

Asumido que tenemos la tecnología y la idea, el siguiente paso es la elaboración del plan de negocio. El plan de negocio que, en principio se define como algo relativamente abstracto, posteriormente va tomando forma y al final se concreta en un indicador de cómo se va desarrollando la actividad de la empresa, porque en realidad el plan de negocio ha de ser eso, un indicador para controlar las desviaciones y tener clara la valoración de la propia compañía y en función de eso, en un entorno dinámico, tener una dirección estratégica  que es lo que permitirá tomar decisiones y si es necesario modificar el plan de negocio.
No existe empresa que realmente cumpla su plan de negocio a 5 años. En general el plan suele ser muy distinto a lo que era en su origen sencillamente porque se han ido transformando de manera constante. Lo realmente importante de esto es que con la elaboración del plan, también estamos elaborando una guía para transformarnos y evitamos transformaciones en el vacío y sin sentido. En estos casos, el propio proceso de transformación de la compañía va dentro de un marco estratégico definido y estructurado, ya que si no lo hacemos así, nos moveremos con los vaivenes del mercado y ese camino tanto nos puede llevar al éxito como al fracaso.


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Modelo de innovación y creación de empresas de base tecnológica II

Hay otro tema recurrente cada vez que se trata con emprendedores o con científicos, ya sean los que están en los grupos de investigación y hacen el papel de emprendedor, ya sea el papel del propio investigador y  que se confunde permanentemente, y esto es, ¿Qué es gestionar? La primera observación que hay que hacer es que gestionar no es administrar. Para mí, gestionar es poner en valor los recursos que tenemos para resolver situaciones por encima del valor de dichos recursos. Se supone que este tipo de emprendedor posee una base de conocimiento muy alta y con una base tecnológica muy fuerte, por  tanto, su principal capacidad ha de ser poner en valor esos recursos por ese conocimiento que realmente tenemos, y quiero incidir en destacar lo de “por encima del valor de dichos recursos”, porque de lo contrario, es  imposible que el modelo de creación de empresas de base tecnológica funcione.

Una de las opiniones más extendidas en estos tiempos turbulentos en los que vivimos es que, a día de hoy, en un entorno tan dinámico, la aproximación tradicional a la formulación estratégica no conduce a la competitividad a largo plazo, de hecho muchos de los emprendedores que han pasado por el proceso de creación de empresas  han manifestado cómo han ido modificando su plan de negocio en función del entorno global en el que se han desarrollado.

No considero que hayan modificado su plan de negocio,  lo que han hecho ha sido ir evolucionando dentro de lo que era su propio desarrollo, dentro de lo que es un marco estratégico previamente definido.  Es decir ellos han ido modificando su plan de negocio desde un plano conceptual y únicamente en aspectos muy concretos como son la definición del producto o la definición del mercado, pero el marco de desarrollo, el marco de dónde estaban y dónde querían estar ha variado muy poco.

Esto ocurre fundamentalmente porque las empresas de base tecnológica tienen un crecimiento muy rápido, es decir, no hay empresas que  tengan una base tecnológica real y en las que no se produzca un crecimiento exponencial en su desarrollo. Es decir, hay un punto donde, aplicado el conocimiento, el desarrollo del propio mercado te empuja a ese crecimiento y es ese crecimiento  lo que hay que aprender a manejar porque esa es una de las características principales de todas las EBT´S.

Por ello, para el éxito de  todas estas compañías de rápido crecimiento es crítico el desajuste entre recursos y aspiraciones, porque eso es lo que realmente motiva la innovación. Si no existiese ese desajuste entre recursos y aspiraciones todos se incorporarían al mercado de la forma tradicional.

La incorporación al mercado de una empresa de base tecnológica, si no existiese ese desajuste, se realizaría con un capital inicial de varios millones de euros aportados por algún fondo y esto implicaría que harían falta al menos 5 años de desarrollo de la tecnología para poder entrar y posicionarse en el sector de referencia. Por lo tanto y como he comentado con anterioridad, no sólo es que sea típico, sino que además es completamente necesario ese desajuste entre recursos y necesidades para el desarrollo de una compañía basada en la gestión del conocimiento.


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Modelo de innovación y creación de empresas de base tecnológica I

Uno de los principales argumentos esgrimidos por parte de los tecnólogos de cara al proceso de creación de empresas de base tecnológica, es que consideran que no existe un modelo de innovación sistemático y definido.
Si bien esto puede resultar cierto en algunos casos, considero que sí se puede definir el proceso de creación de la actividad empresarial en general y, con sus especificidades, en la creación de empresas de base tecnológica.
Cada empresa tiene su propia trayectoria, y lo que el emprendedor vive como una experiencia personal y única no deja de ser en la mayoría de las ocasiones reflejo de lo que ha vivido cualquier otro emprendedor. Estas experiencias se pueden concretar de forma distinta de unos a otros, pero el trasfondo es exactamente el mismo. La vivencia puede configurarse como un problema de liquidez, como un problema con la maquinaria, como un problema con el personal o como cualquier otro hecho intrínseco a la actividad empresarial, pero las fases, los hitos y el desarrollo suelen ser bastante similar de una compañía a otra. Es decir, independientemente de las particularidades de cada caso, el proceso de creación suele ser bastante similar.
Como principio general en el proceso de gestación de una empresa de base tecnológica, considero que un concepto principal que debemos aplicar es el de “pensar en global y actuar en local”, ya que esto va a marcar cualquier proceso de creación de empresa

Pensar en global

Recuerdo, que en una  conferencia a la que asistí en Barcelona, en la que el ponente era un ex ministro  de Allende que nos decía “ustedes piensen siempre a lo grande, lo mas grande que sean capaces de pensar que la realidad ya se encargara de ponerlos en su sitio”  considero que ese era un grandísimo consejo para los emprendedores, es decir, la realidad y el propio mercado ya se encargaran de poner las limitaciones como para que ellos mismos las establezcan de antemano y esto es porque probablemente no existen, y  si existen, hay que encontrar el modo de abordarlas.


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Las empresas de base tecnológica y un modelo de economía sostenible II

Desarrollando la primera premisa del modelo (“capacidad de generar conocimiento aplicable al entorno económico”) mantenemos la siguiente hipótesis:

El mercado es el que define la política tecnológica necesaria y no los centros de conocimiento, estos avanzan en sus desarrollos, pero no son reales (visibles y viables) hasta su implantación en el mercado.

En conclusión, desde un enfoque basado en la demanda, la política tecnológica viene marcada por las grandes empresas (empresas motoras) que es donde se encuentran el estado del arte tecnológico del sector en cuestión.

Continuando con la segunda premisa del modelo (la universidad se convierte en la principal materia prima) desarrollamos la siguiente hipótesis:

Las áreas de conocimiento de las universidades o espacios tecnológicos son la base de nuestro potencial desarrollo tecnológico, ya que cuando éste se requiere se necesita dicha base de conocimiento. Esta inversión en conocimiento, es fuertemente criticada por su  aparente falta de retorno directo.

Por lo tanto y como conclusión, desde el punto de vista de la oferta, la disponibilidad de rrhh (recursos humanos) y de infraestructuras tecnológicas se encuentran limitadas por nuestras universidades y espacios tecnológicos.

Universidad y empresa

La tercera premisa del modelo (la creación de una EMPRESA DE BASE TECNOLÓGICA, es la forma más completa de transferencia al entorno) nos lleva a la siguiente hipótesis:

Las pymes (pequeñas y medianas empresas) son la base económica sobre la que se sustenta la creación de riqueza en una determinada área geográfica. La creación de una empresa de base tecnológica es la forma más completa de conectar el conocimiento con el mercado, las pymes tecnológicas son el tejido industrial permanente en su zona de actuación.

Como conclusión, desde el punto de vista del mercado, (entendiendo éste como la conexión entre oferta y demanda),  la creación de una masa crítica de pymes de base tecnológica  es la clave de éxito de un modelo económico de riqueza sostenible.

Estas Pymes han de ser capaces de afrontar y sobrevivir a procesos de deslocalización de las empresas motoras y disponer del conocimiento tanto tecnológico como de gestión para abordar nuevos retos y mercados.

En resumen, el objetivo principal de este modelo es desplazar el eje motor de la política tecnológica del entorno desde las empresas motoras, hasta el tejido industrial permanente en el tiempo que son las PYMES.

Estas empresas han de ser capaces de ofrecer soluciones tecnológicas competitivas, y esto solo se consigue con dos características imprescindibles en su oferta:

Por un lado, adelantándose en el tiempo a las necesidades (compromiso de I+D+i) y por otro, a través de una política de competitividad y diversificación de su mercado (creación de empresas de base tecnológica y mejora de la PYME existente).”


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Las empresas de base tecnológica y un modelo de economía sostenible I

La situación económica que vivimos en la actualidad ha abierto un debate a todos los niveles acerca del modelo económico en el que interactuamos. Se habla de fin de una época, de cambio de ciclo y de la necesidad de un cambio en dicho modelo.
En el año 1934, el economista Schumpeter ya señalaba con acierto que “la innovación y la tecnología juegan un papel primordial como motores del crecimiento económico”.
Hay tres premisas necesarias aunque no suficientes a considerar en la creación de un modelo económico de riqueza sostenible:
La primera y  evidente, más allá de toda discusión, es que un modelo sostenible en nuestro entorno se basa en nuestra capacidad de generar conocimiento aplicable al entorno económico, de tal manera que el modelo económico sostenible se base en la cadena de valor y dentro de esta, en los eslabones de  valor añadido del proceso económico.

Transferencia de Tecnología

La segunda, siempre y cuando aceptemos la primera como evidente, cierta e irrenunciable, y asumiendo, que la universidad y su entorno, son la principal fuente de conocimiento de nuestra estructura social, es que la universidad se convierte en la principal materia prima de nuestro producto para competir en una economía tan global y competidora.
La tercera premisa a tener clara es que en un modelo de transferencia de conocimiento, la creación de una EMPRESA DE BASE TECNOLÓGICA, es la forma más completa de transferencia al entorno.
Partiendo de las premisas antes expuestas, definiremos un modelo económico de riqueza sostenible basado en la innovación como  actitud, y en el conocimiento como base de dicha actitud innovadora, convirtiéndose en la ventaja competitiva del modelo.